Yamaha R-S202, amplificador de música estéreo con Bluetooth

Un amplificador con radio capaz de recibir música por Bluetooth, con 100 Watios de potencia, por sólo 230 euros. La marca Yamaha nos puede evocar motos, instrumentos musicales, y aparatos de música de calidad. En esta última especialidad se encuadra este receptor, aunque Yamaha nos tiene acostumbrados a aparatos para cine en casa de prestaciones “estratosféricas” . Suelen ser aparatos muy complejos por dentro, capaces de recibir señales de fuentes tan diversas como un tocadiscos hasta un lector BluRay. Y con múltiples etapas de potencia interna para poder enviar música a sistemas hasta Dolby Atmos con más de diez altavoces. En contraste, este Yamaha R-S202 es la sencillez personalizada.

Dos canales: estéreo puro

Una vuelta a los orí­genes, cuando un equipo de música consistí­a en un amplificador con radio incorporada y una pareja de altavoces. Eso es lo que representa el Yamaha R-S202, aunque tiene sus toques de modernidad. El primero es que una de las fuentes que podemos conectarle es Bluetooth. Poder enviar música desde un móvil (o tableta) es un gran avance. Aunque quizás no sea algo tan nuevo, en un equipo estéreo de calidad como el que puede protagonizar este Yamaha ayudará a simplificar las cosas muchas veces.

Curiosamente, la Bluetooth es la única entrada digital de este receptor. En su parte trasera cuenta con cuatro entradas analógicas RCA, una de ellas con salida por si conectamos una grabadora. Y no hay más entradas: echamos de menos una frontal auxiliar tipo jack estéreo 3,5 mm para un reproductor portátil. Cuenta eso sí­ (Bluetooth aparte) con una radio FM/AM de buena calidad, con tomas de antena traseras.

En cuanto a salidas, el Yamaha está bien dotado. Cuenta en el panel trasero con dos salidas para altavoces (puede con dos parejas). Podrí­amos echar de menos, en este caso, una salida dedicada para un subwoofer activo. Delante tiene una salida para auriculares en formato jack estéreo 6 mm. En ese panel frontal encontraremos también el habitual control de volumen, dos botones para seleccionar entradas y controles de tono. Una pantalla digital indica qué fuente tenemos seleccionada, así­ como el volumen o el nivel de graves y agudos, si los hemos ajustado.

Las dos salidas de altavoces traseros nos pueden permitir sonorizar dos estancias, o el salón y la terraza. Bastará llevar los cables para los altavoces correspondientes. Y desde el selector frontal podremos decidir si enviar música a unos, otros o ambos (A+B).

Diseño elegante en aluminio

La filosofí­a de “menos es más” que el Yamaha usa para ofrecer un producto sencillo aunque completo, se refleja en su diseño. El frontal es de aluminio cepillado y liso, con el botón de volumen y los pequeños controles. Yamaha siempre ha diseñado aparatos con ese estilo minimalista y el R-S202 mantiene la tradición. Está disponible en color negro o plata.

El mando a distancia mantiene esa sencillez, pero es muy completo. Duplica todas las funciones del frontal, incluyendo los controles de tono. Esto es muy práctico para poderlos controlar desde el punto de escucha: reforzar las frecuencias que la sala atenúa, o atenuar las que exagera. Además incluye controles para cualquier reproductor, para no necesitar buscar otro mando.

El diseño y el cuidado por el usuario no están sólo en lo que se ve, sino también en cómo se usa. Tocar los controles del Yamaha es un placer, y observar su respuesta precisa al mando a distancia también. Incluye prácticas funciones como el apagado automático: seleccionas si quieres que se apague a las 2, 4, 8 u 12 horas. Y en reposo apenas consume 0’5W, ecológico al máximo.

Hasta 100 Watios

Muy ecológico cuando duerme, pero muy capaz cuando está despierto. La pasión por la música se remonta en Yamaha hasta hace 125 años, y esa pasión se refleja en sus productos de audio. La electrónica de amplificación hace uso de componentes discretos. Lo habitual en esta gama de precios son amplificadores basados en circuitos integrados, soluciones técnicas industriales. Yamaha prefiere usar sus propios diseños, sus circuitos, para asegurar la calidad del sonido final.

De esta forma pueden minimizar los recorridos de la señal de sonido en la electrónica. Esto ayuda a mejorar la relación señal-ruido. Además, la fuente de alimentación interna (transformador) se sitúa cerca de las etapas de salida. Lo que mejora esto es la dinámica musical, cuando el volumen está alto pero también a niveles bajos, no perdemos detalle de nuestra música favorita. Otro detalle del diseño electrónico está en los retornos de masa: están todos conectados en un punto, lo que se llama “en estrella” . Así­ se eliminan interferencias y, de nuevo, se mejora la relación señal-ruido del aparato.

El resultado es un sonido limpio y potente, sin pérdida de fuerza en los graves… hasta donde las cajas que conectemos puedan llegar. El R-S202 es capaz de ofrecer 100 Watios por canal, con una carga de 8 Ohmios, y con menos de 0,2 por ciento de distorsión armónica total entre 40 Hz y 20 kHz.

Yamaha R-S202